domingo, diciembre 24, 2006


Analíticamente vivaz, regularizaba cada movimiento con su perspicaz poder silencioso oculto en un brillo casi inocuo que se desparramaba del resplandor de sus ojos. Su existencia había dejado atrás la prudencia de una moral que lo había condenado a más de una noche de insomnio en un hambre inentendible que ningún libro había podido saciar. Abandonada aquella familia que había marginado por su avidez de conocimiento, trascendiendo las virtudes que se podrían destacar de los instintos de una cascabel, casi ya inmutable por tantos aforismas convertidos en estratagemas, había renunciado ya a cualquier renglón escrito o hablado para entregarse plenamente al deseo saciable de poder.
No era Dios, no era el vacío, era el hombre realizado que había logrado en su existencia alcanzar el lugar pleno, el espacio preciso, para ser el controlador de todo tiempo de toda masa. Su postura distante del líder, parecía insignificante significando todo. Aquel le dirigía una palabra de consulta, para que este con un simple gesto, diera la aprobación contundente entre la victoria iracunda o la derrota miserable de la duda, entonces en esos instantes la multitud entendía la plenitud del respeto.
Su boina roja no era ideología, era la pasión de sentir que con un ademán podía no solo condicionar, sino también determinar como un estimulo inexpugnable el destino de seres que como vacas lo único que querían era la justicia del pasto.
Cual vizcacha que desafía a la liebre, sin rapidez, con simple ambición controlaba el puente, que para el, ya no tenía más que la funcionalidad de transformar la producción en algo o en nada. Era la mutación de factores con los que el quería animarse a jugar, para ver si algún iluminado podía entender que el plan era que no había plan.

sábado, diciembre 16, 2006


Historias de un momento para algún momento...

El ciego
Pura percepción, se contiene la emoción. Contenga. Conciencia en esencia. Camina por la vida, y este ciego no esta de ida. La gente se asombra, pues tiene curiosa sombra, aunque no la perciben porque ni se fijan en ella, están muy ocupados en ser trastornados. El ciego no usa bastón, es pura intuición. Por la vereda acecha al alma maltrecha, se detiene. Viento, vacío todo, todo lleno, el espacio, la pausa. Camina. Es el guru de Uruk, Es una estrella. La calle, la cruza y lo atropellan. La gente se sonríe, no era tan áspero después de todo, el espacio se expande, es el ciego que está de ida, ahora ve, no sabe bien para qué, llora. Termina para empezar.

Almas clonadas
Hubo un quiebre en la historia donde la locura tuvo sensatez, el humano empedernido por fin acometió su tarea de desafío porfío a su escueto destino. Maravillado por su maravillosidad, no contuvo su grandiosidad, desesperado de ansiedad, no se tuvo piedad, se repite la historia, una multiplicación más. Un alma que aulla, ante tanta creatividad, por fin tiene a su gemela y es por suerte su igual, cuanta cualidad, es Dios que se recrea una vez más.

Androginos
Un cuento de ellos, en su androginia transformados en androides con el destino de Androgeó. En la necesidad de no estar necesitados buscaban una búsqueda que les diera independencia, sin conocer que en tal deseo, la otra cara de la moneda quedaría para siempre, descubierta, al lado oculto. Pobres almas completas que en completura dieron el gesto de ternura, propio de toda creación, elevando su canción desistieron ser un semidios, para ser, en la arena de la batalla, una batalla más. Se cuenta que el minotauro en tal laberinto dejo de ser bestia por un segundo, casi convencido por el amor de aquel héroe, para ser algo más, no se sabe si en ese instante alcanzó diagramar el plan que consumará Teseo o si simplemente este cumplió con su destino de llevarse un honor más. Pero se sabe que un mago de tantas muertes una bolsa de arena se llevó, dicen que aquella bolsita a otro desierto contagió. Dicen que Alejandro, en plena espada contra el viento de tribus extrañas un aroma percibió, en una crónica pérdida tal vez se encuentre, que el perfume a rosa de ese desierto fue el que lo enfermó. Indra sonríe, es el juego de los dioses mortificándose por su inmortalidad.

Ataviado
Copas de plástico, lágrimas de cristal. Es la nueva degeneración, que por fin abandona el papel. Una nueva torre de Babel, otro idioma imperial, el avater otra vez se preguntará que hacer. Ningún silencio alcanza, es pura fantasía. El lenguaje de los gestos, solo pide que aunque sea, se trabajen cestos. Las manos sobre pianos de letras, el plástico, destinado a ser dinosaurio eternamente. El hombre ataviado, inventa hijos de plástico, la pérdida es enorme, la brecha inalcanzable. Solo queda la fe, no de la esperanza, tan solo de esperar. El pintor ahora hace poemas de color azul, el poeta es ya un poema, y el poema por fin es amor, adiós papel, los bosques lloran, cuanto que rehacer. Hay duendes, pero tienen miedo, de ser de plástico también. El viento acaricia las estatuas y los museos se hacen viento también, infame socorro. Ataviado el hombre recorre, el desierto donde el sol deja una esencia en la conciencia, busca serenidad. Buscamos. Busquemos. La búsqueda insoslayablemente termina siendo el encuentro.

miércoles, diciembre 13, 2006


Al ritmo de los zingaros y la gitaneada se movía la horda bubamaresca… para entrar en clima: un revuelto de vodka y albahaca, la hierba más preciada de la naturaleza combinada para colifatear de una manera más directa, más amena, más irreal. Todos abrazados bailaban en una gran ronda de hermandad. Una pierna para un lado, la siguiente para otro y después todos al desenfreno de la libertad. Las trompetas escupiendo notas del más allá y con el grito elevado de algún mantra egipcio que invita al cuerpo a dibujar. Tributo a Kusturica por homenajear la otra verdad, la de los elevados, la de los colifatos. Y entonces la radio desde el Borda anunciado un fragmento de fantasía que se hace fiesta. Es como sentirse en el lugar de uno, con la manada propia en un medio que se hace natural. Es conquistar la lejanía y la ciudad para humanizarla desde el movimiento del alma, desde la fiesta, y hacerle un poco de burla a la irreverente realidad. Se agita el espíritu, se conmueve el esqueleto, flotan los pies, revolotean los brazos. Un unza unza y ha seguir festejando porque la vida es un milagro por este underground que marca un tiempo de gitanos donde el gato blanco es el rey y el gato negro su bufón! Gracias por tanto arte, gracias por tanta fiesta, y por sobre todo gracias por marcar una diferencia más en este transitado camino de humanidad.

jueves, octubre 05, 2006


Salta, hogar de Don pajarito…

Estuve por Salta y el paisaje estaba un tanto amarillento a falta de lluvias pero desde la primera curva se desplegó el panorama de la ciudad con una deslumbrante creación colonial modernosa.
En el congreso de antro social se rescataron trabajos acerca del rol del antropólogo en el trabajo de campo: cómo vestirse, qué decir, cómo funciona la empatía y cómo interactúan los gestos. Otro destacado fue uno de política comparada entre Argentina y Brasil, donde llamaba la atención la cantidad de reflexiones por parte de los escritores de masa (Lanata, Aguinis, etc.) acerca de la decadencia argentina, fenómeno que no ocurre en Brasil. En cuanto a los símbolos nacionales, en Brasil se idolatra la bandera, mientras que aca a Evita y Maradona… En la mesa de relaciones Interétnicas se habló de los Huarpes que están tratando de reagruparse y reivindicarse, con lo cual el antropólogo Escolar reflexionó que cada vez que hay crisis nacionales se incrementa la movilización por la identidad de los grupos indígenas.
Las iglesias son un patrimonio digno de admirar, los museos muy interesantes y colifatos. Por sobre todo hay uno, lo que más me gusto del viaje, la casa de don Pajarito Velarde… Resulta que fue el mecenas no rico de Salta, en su casa pararon Borges y Atahualpa Yupanqui entre otros. Fue a estudiar a Bs. As. y después de probar varias carreras vuelve con el título de campeón de tango en una época en que era toda una osadía. Además tenía una colección de discos que era una de las más ricas del Noroeste y se puede escuchar su música en una maquinola cuando visiten su humilde pero más que acogedora morada. Era fanático de los autos y la bicicleta, así que como no tenía garaje iba en bici a buscar el auto para ahí ir al trabajo que le quedaba a diez cuadras. Nunca se casó y tenía el lema de que el hombre solo es el hombre libre. De todas maneras se mantenía bastante entretenido catando la nueva mercadería de los exquisitos y rebosantes burdeles de la conservadora pero no atolondrada ciudad. Avergonzaba a sus nuevos visitantes vendándolos y dándoles de tomar vino calafateño con un vaso penefilo de calabaza… y murió en su mundo de sueños escuchando música y leyendo un libro en su cama labrada con pajaruelos…
Por supuesto también nos dimos el bacanaso con empanadas salteñas (pequeñas pero sabrosas), humita en chala, tamales y cerveza Salta. De hecho visitamos la cervecería SALTA, allí nos atendió Guadalupe con muy buena onda y muy buena presencia. Y así… saque a pasear la mochila y el espirítu…

domingo, agosto 20, 2006


Pan.
Hace algunos milenios hubo un contacto entre rocas suaves como la piel. El brillo dorado se transformó para dar forma a la pura arena de cereal. Fue la curiosidad de algún intrépido o la casualidad de un fortuito olvido la que decidió abandonar el encuentro entre ese oro blanco y el agua de manantial. Recibieron caricias del fuego, y así surgió el primer pan. En la tierra de las pirámides de Gizeh quisieron llevar la fiesta de la cerveza al bien más preciado de su mesa y así una firme espuma se transformó en su corazón. Dicen que los egipcios fueron los verdaderos esclavos en la época de Abraham, pues sus supuestos vasallos fueron los maestros de sofisticados hornos y la magia del leudar. Orgías sumadas a banquetes del filosofar etrusco y helénico fueron el motivo por excelencia para la explosión de su variedad. Así nuevos sabores de otros mundos le incorporaron su identidad. Es el cuerpo del redentor. La calle que se transforma con el perfume de su aroma y calor. El alma de la mesa, el pan.

sábado, agosto 12, 2006


Todo en un amigo

Hay veces que se busca una esperanza
y no se encuentra más que un manto frío,
lo de cerca se pierde a la distancia
y lo de lejos lo atrapa el infinito.

Y hay veces que por más que vaya el alma,
perdida, sin rumbo ni destino,
arrancamos flores de la nada,
y donde todo se termina, hay un camino.

Y hay veces que no basta una mirada
para calmar un llanto o un olvido
y no alcanzan tampoco mil palabras
para llenar un corazón vacío.

Pero hay otras que cuando todo pasa
y el alma vuelve a ser un manso río,
se descubren en medio de la calma,
mil senderos de luz en un suspiro;

y notamos que donde no había nada,
nos quedamos un poco sorprendidos,
lo que tanto se buscaba y se buscaba,
estaba ahí nomás, en un amigo.

Mariana Manchado. (14 años)

martes, agosto 08, 2006

Caminos de huellas destinadas a ser borradas en la arena dibujada por el viento. De noche siguiendo el cielo, de día la suerte del conocedor. Atiborrada de curiosidades, atravesando el más espeso mar, inmutable se abre paso la caravana. Seres míticos aparecen en el andar, quieren conversar. Un escorpión deseoso de danzar que al solsticio debe esperar, una diminuta flor brillosa por el rocío matinal que invita a la contemplación existencial, un explorador buscando algún meridiano...
El territorio es vasto pero el oasis es el refugio para subsistir. Civilización lejana, el lugar es aqui. Quedan dos caminos, el encuentro o más samsara. Cuantos avater se encontraron en el desierto para encontrarse. La respuesta no es ya quien es uno ni de donde viene, el ahora solo se inquieta por el cómo. La meditación ayuda, es el alimento de la inmensidad.
El paisaje esta completo, solo hay arena y el elemento más preciado, el ser. Es el producto del bagaje de milenios de recorrido, es el momento culmine del ciclo, centenares de vidas... Ya no se libra una batalla, no hay un destino de jardines exuberantes con el más preciado haren, no es el escape con la amada princesa de un tirano rey. Es el hombre en el desierto.